Os voy a confesar que tengo muchas pasiones pero una de las más antiguas es la danza. Empecé a bailar con 6 años y he pasado por casi todas las disciplinas: clásico, contemporáneo, salón... y últimamente mi asignatura pendiente... claqué! Pero en el fondo de mi corazón la que adoro es el ballet clásico. Por eso mis primeras zapatillas de punta son muy especiales y después de pasar años colgadas de un hilo, literalmente, he decidido darles el sitio que se merecen.
La idea inicial es una caja de vino...
Quería arrancar todas las separaciones interiores pero solo pude con las de la base, porque la que corresponde al cuello de las botellas está clavada desde fuera y lo único que pude hacer es girarla. Resultó ser un soporte magnífico para colgar las zapatillas!
La caja lleva una capa de gesso y está decorada con papeles. Para colgar las zapatillas usé un tornillo de encuadernación, que pude enroscar en el papel y el adorno. En este detalle lo podéis ver mejor.
Y aquí las zapatillas recién colgadas. Para colocarlas en la posición exacta van unidas con un alfiler y fijadas por la punta a la caja. 
Quina manera més maca de penjar els records més entranyables..... M'agrada....
ResponElimina¡Qué preciosidad Sedna! Y mira por dónde, acabo de descubrir que tenemos más de una pasión en común! Cómo me gustaría saber dónde tengo mis zapatillas!! quizás podría hacer algo así de bonito! un besazo
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